Uno de los problemas más acuciantes que a medio plazo tiene que afrontar la carrera espacial es el de la basura que orbita en torno a la Tierra sin ningún tipo de control, después de más de medio siglo lanzando aeronaves y satélites a nuestros cielos y luego no sabiendo muy bien qué hacer con ellas cuando acaba su vida útil. Pues bien, una reciente investigación de la NASA puede ser un primer paso muy importante para empezar a reducir las cantidades de bazofia espacial que orbita en torno a nuestras cabezas. La solución es algo así como una estación de servicio para satélites. O sea, una gasolinera estelar.
Entrando algo más en detalle, el proyecto consiste en lanzar al espacio estos «pits» o satélites de repostaje, para todos aquellos satélites que resulten dañados por colisiones o necesiten algún tipo de reemplazo. De forma remota se podría reparar, recargar y dotar de nuevo equipamiento a estos satélites que, de otro modo, se verían abocados a vagar por el espacio hasta el fin de los tiempos, o hasta que alguien desarrollase una tecnología capaz de acabar con estos restos de forma efectiva. Y por lo que parece, de momento las pruebas han sido más que positivas. De momento se ha conseguido controlar con éxito un brazo robótico a casi 1.300 kilómetros de distancia. Este brazo logró completar una operación medianamente compleja, como es rellenar un satélite con tetróxido de hidrógeno.
La ventaja de esta nueva tecnología no es solo que permitiría no dar por perdidos muchos satélites que se pueden poner en órbita de ahora en adelante, sino que además puede darle una segunda vida (y sucesivas) a viejos aparatos que hasta ahora se daban ya por perdidos y que aún podrían tener un rescate posible. Incluso se podrían realizar operaciones de modernización y actualización de viejos satélites con nuevas tecnologías y mejoras.
Las posibilidades que se abren son más que interesantes. De momento se trata de prototipos que se han utilizado solo en situaciones controladas en laboratorio, pero si se consigue adaptar de forma efectiva en entornos reales, podemos estar hablando sin problemas de una nueva etapa aeroespacial.