La compañía Tesla es una de las grandes valedoras del coche eléctrico y es así mismo en donde están puestas las mayores esperanzas a corto plazo para la implantación definitiva de este tipo de vehículos en nuestras vidas cotidianas. Pero para ello es necesario que exista antes una red suficiente de puntos de recarga eléctrica con la que podamos disfrutar de una autonomía suficiente sin miedo a quedarnos tirados en la carretera. De ese modo Tesla está en estos momentos poniendo en marcha en las carreteras europeas un ambicioso plan de expansión de «gasolineras eléctricas» con las que asegurar una continuidad para los conductores que quieran recorrer las carreteras del continente usando sus vehículos.
España está muy presente en los planes de la compañía, aunque sus estaciones de carga van a llegar algo después que a otros países europeos. En concreto a partir de este mes empieza la puesta en marcha de las tres primeras, ubicadas en Cataluña y en Aragón. Posteriormente se irán extendiendo a lo largo de 2015 a otros puntos de la geografía española, como la Comunidad Valenciana, el País Vasco, Madrid, Murcia, Andalucía, Extremadura y así hasta llegar a Portugal. La zona noroeste de la Península quedaría sin cubrir hasta más adelante, presumiblemente en 2016. Los planes de la compañía automovilística se pueden ver a la perfección en la imagen que acompaña al post.
Las estaciones que se pondrán en marcha en Cataluña, si hacemos caso a los puntos rojos del mapa, estarían situadas en las provincias de Girona y Tarragona, respectivamente, mientras que la de Aragón podría estar bien en Zaragoza capital o en en alguna localidad del entorno metropolitano. De ese modo se puede crear una red de cargadores que para desde el Norte de Noruega y vaya en dirección sur atravesando Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Francia, España y Portugal. Otros países en los que también existen o van a existir estaciones de este tipo son Reino Unido, Irlanda, Italia, Austria, República Checa, Eslovaquia, Polonia y la franja de los países balcánicos, al menos en el horizonte temporal más próximo. Puede ser el impulso definitivo que necesita el coche eléctrico en Europa.