Parece que el futuro apunta sin remedio a ver en nuestras carreteras multitud de coches conducidos de forma autónoma, pero mientras tanto se produce esa transición, tienen aún plena vigencia las investigaciones que se enfocan a mejorar la seguridad de los conductores en la carretera.
La tecnología al volante tiene una doble cara que conviene tener en cuenta. Y es que mientras que por un lado nos ayuda a evitar accidentes graves, por otro lado puede hacer que nos distraigamos mientras conducimos, por lo que se produce precisamente el efecto contrario.
No en vano, un reciente estudio en Estados Unidos ha demostrado que a diario hasta nueve personas de media mueren en ese país por culpa de conductores que se distraen por algún motivo, y uno de ellos puede ser precisamente el uso de esas nuevas tecnologías que las tenemos omnipresentes en todas partes, desde nuestro móvil hasta el salpicadero del propio coche.
Una nueva patente de Google ha reparado en ello y trata de evitar precisamente esas distracciones, para que el conductor siempre esté atento a la carretera. Dicha patente lo que hace es describir formas de hacer que controlemos los elementos del coche sin usar las manos. Para ello se plantea integrar varios sensores colocados dentro del vehículo, para controlar aspectos como bajar la ventanilla pasando la mano cerca de la misma, o poner la mano delante de una toma de aire acondicionado para activarlo, moviendo la mano a la izquierda para bajar la temperatura y a la derecha para aumentarla. Esta idea se podría extender a todo tipo de acciones dentro del coche, pero la idea siempre es la misma: evitar que apartemos la vista de la carretera para no distraernos.
Esta patente, no obstante, también se podría integrar en los coches autónomos que la propia Google está desarrollando desde hace tiempo. No queda claro si esta tecnología quedaría integrada dentro de la iniciativa Android Auto, pero en resumen resulta un proyecto interesante, que como siempre pasa en estos casos habrá que ver si acaba teniendo reflejo en un producto final.
