Las aplicaciones de la tecnología de impresión en tres dimensiones son impresionantes, gracias a la cantidad de usos que se le pueden dar a la piezas «impresas» (o mejor dicho, fabricadas). La medicina es uno de los campos en los que más éxito está teniendo este campo, produciendo mejoras inmediatas para los pacientes y muchos otros beneficios.
Y para muestra, aquí va un botón. Recientemente se ha dado en conocer el caso de un hospital de Sudáfrica que acaba de implantar con éxito dos mandíbulas de titanio realizadas con una impresora 3D. Ya se había realizado anteriormente una intervención similar, que fue pionera en su campo, y estas dos no vienen sino a confirmar que la técnica tiene éxito y puede seguir realizándose en el futuro. El logro hay que atribuírselo en concreto al hospital de Kimberley, que con este nuevo hito demuestra que la impresión 3D sirve para mucho más que para imprimir pequeños objetos simples.
En este caso concreto las mandíbulas artificiales se les han implantado a sendos pacientes de cáncer, que tras el crecimiento del tumor habían visto que sus mandíbulas se deformaban, por lo que los médicos tuvieron que implantarles prótesis temporales de acero hasta que se curara su dolencia de forma definitiva.
El hecho de imprimir las piezas en titanio también supone otro logro en sí mismo. Según explican desde la Universidad Central de Tecnología de Bloemfontein, en concreto se ha utilizado polvo de titanio para sintetizarlo por láser de forma selectiva y así crear la mandíbula justo a medida de las necesidades y las características anatómicas de cada paciente.
Y aunque pueda parecer lo contrario a simple vista, otra de las ventajas de esta técnica es el ahorro económico que supone respecto a los métodos más convencionales. El equipo del hospital sudafricano asegura que este tipo de operación es hasta un 20% más económica que una intervención normal. Si se esculpe la pieza en una máquina de fresado con control numérico al final se acaba desperdiciendo más material, por lo que acaba siendo más caro el proceso.
Sin duda las posibilidades de cara al futuro en el campo de la salud son fascinantes. Y esto es solo uno de los primeros ejemplos.