La tecnología actual hace posible que en cualquier hogar se pueda instalar hoy por hoy un sistema de vigilancia completo con un sistema de vídeo, para registrar y grabar imágenes en los rincones de nuestra casa que nos interese. La oferta actual en lo que se refiere a cámaras espías es lo suficientemente amplia en materia de modelos y características, que podemos decir que existe una cámara para cada tipo de cliente.
Ya sea para controlar que nadie entre a robar a nuestra casa mientras estamos fuera, o porque sospechemos de alguien que vive bajo nuestro techo o de algún vecino, las cámaras de vigilancia son una opción muy a tener en cuenta. En la actualidad los modelos son muy discretos y se pueden ocultar en muchos rincones sin que se pueda advertir su presencia. Incluso hay cámaras especiales que se pueden camuflar en todo tipo de objetos, para hacerlas prácticamente invisibles. Se pueden ocultar cámaras en todo tipo de estructuras: espejos, muebles, libros, mirillas de puertas, detectores de humos, etc.
Al igual que si se tratara de una empresa o de una institución oficial, hoy es posible constituir en nuestros propios hogares completos sistemas de vídeo por circuito cerrado, que graben las imágenes en un disco duro remoto y a las que podemos acceder a distancia a través de Internet, a través de nuestro ordenador, teléfono móvil o tableta. Aunque nos encontremos en la otra punta del planeta, podremos ver en directo lo que ocurre en nuestro hogar o en el umbral de nuestra casa, para nuestra mayor seguridad, e incluso en caso de que alguien acceda sin nuestro permiso se puede activar una alarma o un sistema para avisarnos automáticamente por SMS.
Estas cámaras también cuentan con sensores de movimiento, para activarse solo cuando hace falta realmente. De ese modo cuando vayamos a revisar las imágenes del día anterior no tendremos que estar pendientes de la grabación de un día entero. Además estas grabaciones las podrás ver solo tú y quien quieras, ya que para acceder a las mismas tenemos que introducir un usuario y una contraseña, para desbloquear el programa que las gestiona.
Sin embargo, las imágenes no lo son todo en el ámbito de la vigilancia casera. El otro elemento clave además de las cámaras de vigilancia es el micrófono GSM, con el que se puede registrar perfectamente el sonido en cualquier habitación, hasta un grado de detalle asombroso. Si lo que quieres es captar una conversación, este tipo de dispositivos son una de las mejores opciones que puedes tener en consideración. Estas grabadoras portátiles pueden dejarse colocadas en un lugar durante un tiempo indefinido sin gastar apenas batería, puesto que se activan en cuanto detectan sonido ambiental (lo cual también se puede ajustar para que tenga mayor o menor sensibilidad, en caso de que queramos evitar que se active por accidente). Posteriormente estas grabaciones se pueden escuchar en directo, llamando por teléfono a la tarjeta SIM que tiene incorporado el micrófono. Además, estos modelos suelen tener sistemas de seguridad con borrado automático en cuanto se les quita la tapa, por lo que podemos estar seguros de que no vamos a ser descubiertos aunque alguien advierta la presencia del micrófono.
Como puedes ver se trata de avances y dispositivos tecnológicamente avanzados que estábamos hasta ahora acostumbrados a ver solo en las películas de espías, pero que sin embargo ha sido solo una mera figuración durante años. Ahora es una realidad a nuestro alcance, y por suerte para nosotros, a precios que están muy lejos de ser inasequibles o desorbitados. Lo que anteriormente podría costar muchos ceros en una factura, hoy se puede hacer por pocos cientos de euros, si queremos contar con un sistema completo de vigilancia de vídeo y de sonido. Las opciones a tu disposición son muchas y dependerá de las necesidades concretas de tu hogar, pero es un lujo poder contar todas estas opciones para sentirnos más seguros en nuestro hogar y cuando salimos fuera.
Y no se trata tampoco de ser más o menos desconfiado, sino de una necesidad real ante ciertas situaciones judiciales que requieren el uso de pruebas fehacientes. Las nuevas tecnologías están de nuestro lado en ese sentido, por lo que podemos estar de enhorabuena.