Que los coches eléctricos serán el futuro, ya nadie lo desmiente. Pero el problema de este tipo de movilidad es la autonomía con cada carga. Las baterías actuales pesan bastante y además no ofrecen una autonomía lo suficientemente amplia para que todo el mundo se interese por estos coches. Por ese motivo, los investigadores siguen evolucionando las baterías para conseguir que los coches sean más atractivos. Y hoy hemos conocido de la llegada de las baterías de fibra de carbono. La pregunta es, ¿serán el futuro? El tiempo lo dirá.
Información de las baterías de fibra de carbono
Esta variedad de baterías destaca por ser estructurales y sin masa, lo que hace que apenas afecten al peso. Para que te hagas a la idea, son baterías que funcionan como parte de la estructura y como fuente de energía.
La ventaja de esta variedad de batería es que, al formar parte de la propia estructura, el vehículo no tiene más peso. Eso ayuda a que el gasto energético de transporte sea ya de por sí más bajo. Como puedes imaginar, cuanto menos peso, menos energía se necesita para el movimiento.
Además, las baterías de fibra de carbono destacan por ser muy productivas. Los primeros análisis indican que podrían rendir hasta diez veces más que las actuales. Eso sumado a la reducción de peso, podría hacer que los vehículos ganasen mucha autonomía en caso de que llegaran a ser una realidad.
Rendimiento de las baterías de fibra de carbono
De momento todo está en proceso de estudio, pero podría ser una de las claves para conseguir que los coches eléctricos pudieran ser una realidad común antes de lo que pensamos. Al fin y al cabo, se eliminará el gran problema de los coches eléctricos. El peso elevado y la falta de autonomía.
En la actualidad se está estudiando con diferentes tipos de fibra de carbono. Las que mejores resultados están dando son las que cuentan con un electrodo negativo a base de fibra de carbono y luego un electrodo positivo a base de lámina de aluminio. Gracias a su combinación y si todo va bien, eso podría provocar que la autonomía de las baterías llegase a ser diez veces superior a la actual.
Lo importante es dejar claro que las baterías podrían ser usadas como estructura del propio vehículo. Por supuesto, tendrían que ir acompañadas de protección, pero no harían que el peso del vehículo aumentase.