Cada vez son más los investigadores que apuestan por la fibra de carbono en los coches eléctricos. Como bien sabrás, todo el mundo apuesta a que estos coches serán el futuro, pero todavía tienen dos grandes problemas para triunfar, la autonomía y el precio.
Coches de fibra de carbono
Algunos estudios comienzan a ver a los coches de fibra de carbono como la mejor opción para conseguir abaratar los costes y sobre todo para conseguir una mayor autonomía que haga que estos coches sean mucho más vistosos a los ojos de los conductores que buscan calidad y no ecología en los coches.
En este caso, unos investigadores están investigando como hacer una carrocería de fibra de carbono. Esta no solo protegería el interior del vehículo, sino que también tendría la función de batería. Es decir, al tener más espacio para guardar la energía, se conseguiría una mayor autonomía, sin olvidar que también se conseguiría reducir el peso, es decir, también se ahorraría energía en el desplazamiento.
Gracias a este estudio, se ha comenzado a ver eso como una opción, aunque hay que dejar claro que la fibra de carbono todavía es difícil de fabricar y no es tampoco barata. Por este motivo, este tipo de vehículo tendría éxito si finalmente la producción se abaratase y en consecuencia el proyecto pudiese salir al mercado a un precio competitivo. Es decir, no es un tipo de coche que se espere a corto o medio plazo.
Con todo esto lo que se conseguiría sería reducir el peso, aumentar la autonomía, pero de momento no reducir el precio del vehículo, el cual seguramente sería más elevado que los coches eléctricos del momento.
Por otra parte, las baterías de litio tienen un problema y es que la producción podría comenzar a dar problemas, debido a que no hay tanta materia prima como para cambiar toda la flota de vehículos por este tipo de baterías. Esto está haciendo que cada vez más investigadores busquen investigaciones paralelas con otros materiales como la fibra de carbono para ver si hay mejores opciones que las baterías de litio a día de hoy. No hay que olvidar que las baterías de litio pesan bastante, lo cual provoca que la autonomía también se vea resentida en este aspecto.
Ahora solo queda que los investigadores sigan investigando para ver si la fibra de carbono u otros materiales pueden ser buenos aliados para los coches eléctricos. Así se evitaría que la falta de cobalto sea un problema en el futuro. A la vez que también hay que conseguir que la autonomía aumente, las cargas sean más rápidas y los precios sean aptos para todos los bolsillos. Y es que a día de hoy, los coches eléctricos siguen siendo caros, incluso para las personas que tienen la suerte de tener algún tipo de subvención en la compra.
