Según ha publicado recientemente la web Science News, una reciente investigación en Estados Unidos puede ayudar a mejorar la seguridad y la salud a largo plazo de los jugadores de fútbol americano, acostumbrados a chocar sus cabezas con gran fuerza. A pesar de los cascos de alta protección que suelen llevar, las fuerzas superiores a 120 G que tienen que soportar a veces hace que los cráneos soporten un daño excesivo que a la larga puede acabar causando graves secuelas cerebrales, como se ha llegado a demostrar también en los últimos tiempos gracias a estudios científicos.
Por ello el investigador norteamericano Raymond Colello, neurocientífico de la Virginia Commonwealth University, ha ideado un sistema basado en imanes que se repelen colocados en los cascos para evitar que la fuerza del impacto sea menor. Hasta ahora las investigaciones en este campo se habían basado en cómo amortiguar la potencia del golpe una vez que este se producía, pero en este caso se trata de prevenir antes de que este se dé, y de ahí la novedad del método. La fuerza de los golpes se podría llegar a disminuir por tanto hasta por debajo de 100 G, según esta investigación. Traducido a kilos, quiere decir que a menos de un centímetro de distancia entre los cascos se produce una fuerza de repulsión de hasta 45 kilos. Ello repercute por tanto en la seguridad y en la comodidad de los jugadores de este deporte, que suelen ir al límite en los choques y placajes, y por tanto también reduce la probabilidad de que el cerebro sufra secuelas a largo plazo como fruto de una exposición continuada a fuertes golpes en el cráneo. Sin duda es una innovación que será muy bien recibida por muchos deportistas del gremio.
Los imanes tendrían un peso de unos 150 gramos y supondrían un coste añadido para cada casco de entre 50 y 100 dólares. En el caso del fútbol americano profesional no sería por tanto un sobrecoste excesivo, pero no se puede decir lo mismo de los cascos para deportistas aficionados y para jóvenes. Para estos casos se ha diseñado también unos cascos con imanes más pequeños, pensados para que amortigüen también los golpes pero reduciendo los precios de venta.