Si habéis visto Desafío Total (la versión de 1990 de Paul Verhoeven, no el refrito moderno en el que sale Colin Farrell), quizá recordéis la escena en la que Sharon Stone practica su golpeo con la raqueta ayudada de una entrenadora personal que no es más que un holograma. Pues bien, los esfuerzos de Microsoft en torno a los videojuegos tienen una vertiente que puede hacer que dentro de no mucho podamos disfrutar de una experiencia parecida en el salón de nuestra propia casa.
Se trataría de implementar un sistema de realidad aumentada que convertiría nuestra habitación y los objetos que se encuentran en ella en elementos del propio juego, utilizando para ello un sistema de proyectores y nuestra videoconsola Xbox con Kinect. Una idea similar ya se presentó en su día en el CES de 2o13 por parte de Microsoft. Por entonces recibía el nombre de IllumiRoom, y aunque tenía muy buena pinta se ha quedado solo en el campo de la mera investigación.
Sin embargo, casi dos años después se ha retomado la idea con un nuevo nombre (RoomAlive) y un nuevo enfoque, y parece que la cosa ahora sí marcha a buen ritmo y con perspectiva de convertirse en una realidad de mercado. Eso sí, todavía hay que esperar un buen tiempo porque la tecnología está por pulir, pero parece claro que la apuesta es convertir la experiencia de nuestros juegos en algo cada vez más real e interactivo, haciendo que nuestros juegos rompan la cuarta pared que supone nuestra pantalla de televisión, y saltando literalmente hacia nosotros. El seguimiento de nuestra posición se haría a través de las cámaras que se instalarían en el techo y que monitorizarían nuestros movimientos, tal como lo hace actualmente el sensor de Kinect.
Quizá este sistema no sea el más apropiado para utilizar en todas las casas (cada habitación es diferente y habría que resolver el problema de la adaptabilidad de forma adecuada), pero desde luego plantea escenarios interesantes para jugar en espacios habilitados especialmente para ello, incluso para competiciones con varias personas a medio camino entre los videojuegos y el deporte. Podemos ir frotándonos las manos.